Oración a María
María, que has querido hacer la voluntad de Dios en tu vida y por eso has venido a morar en nosotros, te queremos dar gracias porque nos acompañas, aconsejas, estimulas y enseñas. Tu oración es siempre escuchada porque eres la más humilde, la más pequeña y conoces la ternura del corazón del Padre. Pide por nosotros, ora con nosotros para que el don de la paz se haga presente en todos los corazones, para que se acaben el odio y cuanto separa a unos de otros, para que todos los niños podamos disfrutar de un mundo sin diferencias, donde no haya hambre, guerra, injusticia y miseria. Tú eres la discípula más fiel de Jesús, asegura nuestros pasos tras las huellas del Maestro y, como tú, llevemos amor y bondad a cuantos nos rodean. Que tu Hijo Jesús, que siempre está contigo, nos alcance cuanto te hemos pedido. Amén.
(El tema y los textos están tomados del Mensaje de Juan Pablo II a los jóvenes del mundo con ocasión de la XVIII Jornada Mundial de la Juventud, Domingo de Ramos de 2003) Hna. Teresa de Jesús Castaño, mar